sábado, 11 de septiembre de 2010

Abuso infantil denuncias de pedofilia por curas católicos

Reporte revela abuso infantil generalizado en Iglesia Bélgica
10 de Septiembre de 2010 4:22PM


BRUSELAS (Reuters) - El abuso sexual de menores cometido por representantes de la Iglesia Católica de Bélgica fue generalizado y empujó al menos a 13 víctimas al suicidio, según indica un reporte publicado el viernes.

"Casi todas las instituciones, escuelas, y sobre todo los internados, vieron casos de abuso en algún momento", dijo en una conferencia de prensa Peter Adriaenssens, jefe de una comisión de la Iglesia que revisa las acusaciones.

La mayoría de las escuelas católicas en Bélgica reciben subsidios estatales.

La comisión se desintegró en junio luego de que investigadores confiscaron sus archivos en allanamientos a oficinas de la Iglesia en busca de evidencia de abusos.

Más de la mitad de las 200 páginas del reporte, basado en casos registrados hasta ese momento, consiste en extractos de los testimonios de las víctimas.

"En el caso de 13 de las víctimas, se reportó que se suicidaron en relación con un abuso sexual por parte de un cura", indica el documento.

En los 475 casos registrados se incluyen víctimas de hasta 2 años de edad. Dos tercios de las víctimas eran hombres, y los niños de 12 años eran particularmente vulnerables. En la mayoría de los abusos, el delito cesaba cuando las víctimas llegaban a los 15 o 16 años.

Adriaenssens dijo: "Según estos testimonios, no se trató sólo de un manoseo superficial. Hubo abuso sexual oral y anal, masturbación forzada y mutua. En otras palabras, se trató de personas que experimentaron actos graves".

También agregó que la comisión no halló evidencias de que la Iglesia hubiera intentado encubrir sistemáticamente el abuso, aunque encontró instancias en las que no hizo nada para frenarlo.

"El silencio es una enfermedad en la sociedad como un todo", sostuvo.

El período con mayor cantidad de abusos fue en la década de 1960, concluyó el reporte, con una pronunciada caída a partir de 1980.

Adriaenssens dijo que muchos de los abusadores, casi la mitad de los cuales ya ha fallecido, tenían vínculos cercanos con las familias de las víctimas, por lo cual muchos de los niños no tenían a quién recurrir.

La comisión también fue blanco de críticas luego de la renuncia del obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, a fines de abril.

El obispo admitió que había abusado sexualmente de un sobrino, en el primer caso que involucró a un miembro de la alta jerarquía eclesiástica en la Iglesia Católica de Bélgica.

La comisión dijo que el período de limitación es un problema en el caso de abusos porque las víctimas a menudo confiesan las violaciones cuando son adultos, años después del delito.

(Reporte de Philip Blenkinsop; Editado en español por Carlos Aliaga)

viernes, 10 de septiembre de 2010

Una nueva vision del status cognitivo de la verdad, Estela Carlotto y la Filosofia de la Ciencia

ESTELA CARLOTTO Y LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA
Ing. Vladimir L. Cares1

Acaso sin proponérselo, la destacada dirigente del movimiento de derechos humanos Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, ha puesto sobre el tapete un tema relevante de la filosofía de la ciencia: el status cognitivo de la verdad. La tensa situación jurídica existente alrededor del caso de los hijos adoptivos de la dueña del multimedios Clarín Ernestina Herrera de Noble y la pertinaz negativa planteada por los abogados del grupo a autorizar extracción de muestras de sangre de Felipe y Marcela Noble Herrera a fin de cotejar sus ADN con el padrón existente en el Banco Nacional de Datos Genéticos, en principio poco o nada tienen que ver con una discusión académica y epistemológica de muy larga trayectoria.
Como se sabe hay indicios importantes que indicarían que la adopción se habría hecho mediante procedimientos ilegales y, lo que es más grave aún, que tanto Felipe como Marcela podrían ser hijos de militantes asesinados o desaparecidos durante la última dictadura militar. La prosecución de verdad y justicia para establecer y castigar responsabilidades en la violación sistemática de los derechos humanos ha sido un permanente reclamo de los organismos humanitarios. En el caso Noble Herrera la presunción de culpabilidad o inocencia puede transformarse en certeza razonable si las muestras pudieran analizarse a fin de comprobar las identidades. En tal sentido la Sra. Carlotto abogó por la realización de las pruebas en el laboratorio del BNDG, tal como lo indica la ley. Así, en una conferencia dictada recientemente en la Universidad Nacional de San Juan, expresó que “el caso Noble se va a develar en muy poco tiempo, cuando la ciencia diga si son o no adoptados”. Este es, en principio, un planteo racional y lógico. La Sra. Carlotto considera que más allá de toda duda razonable la actividad científica del Banco es confiable. ¿Cuál es el fundamento de esta confianza? Que la práctica científica está respaldada, en el caso concreto de las disciplinas involucradas -la biología molecular y la genética- tanto por un marco teórico sólido como por las innumerables evidencias empíricas obtenidas. La sistemática aplicación de metodologías y procedimientos genéticos han permitido que las Abuelas recuperen hasta la fecha 101 nietos secuestrados durante la dictadura, con la consiguiente recuperación de su identidad. Descartando los milagros, la mejor explicación de por qué las teorías científicas y las entidades teóricas involucradas (moléculas de ADN, por caso) tienen éxito en su desarrollo se debe a su pretensión de búsqueda de la verdad (de ahí su utilidad para resolver situaciones conflictivas como las mencionadas en el caso Noble Herrera). Como veremos más adelante esta tesis forma parte de la doctrina del realismo científico.
Sin embargo, hay otros enfoques que descreen de esta visión. Modelos como los de los filósofos Bas van Fraassen o Larry Laudan (entre muchos otros) cuestionan con argumentos de peso que la noción de verdad tenga un rol en el desarrollo de la ciencia. Todos sabemos que en el pasado hubo teorías científicas que resultaron ser falsas (la física aristotélica, la astronomía ptolemaica, la doctrina médica de Galeno, el modelo atómico de Thomson, el éter electromagnético, etc.). Por ello los escépticos a la noción de la verdad en teorías prefieren buscar otras explicaciones que a su juicio sean más sólidas. Así, Laudan, por ejemplo, sugiere que la ciencia sólo persigue la resolución eficaz de problemas, por lo que la nota distintiva de la ciencia sería la utilidad o adecuación empírica de sus teorías.
A nuestro entender, por el contrario, es el realismo científico el que sí da cuenta satisfactoriamente a la pregunta ¿Qué relación existe entre las teorías científicas y el mundo? Para ello pone a su disposición diferentes tesis:
· Realismo ontológico: las entidades teóricas de una teoría tienen existencia (por ejemplo este postulado indica que las moléculas de ADN tienen existencia real);
· Realismo epistemológico: las teorías científicas aportan un conocimiento adecuado pero perfectible de la realidad (por ejemplo la biología molecular o la genética);
· Realismo teórico: las teorías son susceptibles a la verdad o a la falsedad;
· Realismo semántico: las teorías son verdaderas o falsas a partir de su correspondencia con la realidad (por ejemplo las teorías que constituyen el marco teórico de la biología molecular serían verdaderas ya que describen de manera adecuada la porción de la realidad que es objeto de su estudio);
· Realismo progresivo: las teorías progresan hacia mayores niveles de verdad.
En respaldo del realismo científico acude un argumento llamado ‘inferencia de la mejor explicación’ (IME). Recordemos que inferencia es sacar una consecuencia o conclusión de una cosa a partir de otras cosas mediante el empleo de un razonamiento. ¿Qué dice la IME? Es un argumento que tiene la siguiente forma:
(a) Es razonable creer que la mejor explicación de cualquier hecho es verdadera.
(b) H es un hecho.
(c) La teoría T explica H.
(d) Ninguna teoría competidora explica H tan bien como lo hace T.
(e) Por tanto, es razonable creer (más allá de toda duda razonable) que H es verdadero.
Por tanto, y volviendo al caso Noble Herrera, la ‘inferencia de la mejor explicación’ funcionaría de la siguiente manera:
(a) Es razonable creer que la mejor explicación que dé cuenta del establecimiento fehaciente de relaciones de parentesco ciertas entre Marcela y Felipe Noble y algunas de las muestras de la base del BNDG por medio del cotejo de ADN, sea verdadera.
(b) El establecimiento fehaciente de relaciones de parentesco ciertas entre Marcela y Felipe Noble y la base del BNDG por medio del cotejo de ADN, es un hecho.
(c) El corpus teórico y la evidencia empírica de la biología molecular y la genética explican el hecho.
(d) Ninguna teoría competidora explica el hecho tan bien como lo hacen la biología molecular y la genética.
(e) Por tanto, es razonable creer (más allá de toda duda razonable) que el establecimiento fehaciente de relaciones de parentesco ciertas entre Marcela y Felipe Noble y algunas de las muestras de la base del BNDG por medio del cotejo de ADN es verdadero.
Recordemos al paso que sólo el razonamiento deductivo permite obtener una certeza o consecuencia verdadera a partir de sus antecedentes o premisas. Por ello en esquemas como la IME (razonamientos denominados abductivos) sólo hablamos de una verdad probable (y en teorías científicas maduras –tales como las mencionadas anteriormente- de verdades más probables aún).
Es interesante, y paradójico, ver que uno de los principales adversarios del realismo científico sea el relativismo cognitivo, defendido principalmente en ámbitos políticamente autodefinidos como progresistas y de izquierda (tanto locales como internacionales). Tiene el relativismo cognitivo, asimismo, una considerable influencia en los campus universitarios, especialmente en disciplinas humanísticas como la antropología, la historia o la sociología. Un relativista cognitivo defiende la existencia de una pluralidad de relatos o verdades equivalentes acerca del mundo. Algunos, incluso, plantean que el propio mundo no es otra cosa que una mera construcción social. Por ello, se torna imposible resolver las controversias científicas apelando a un escrutinio objetivo por parte de la Naturaleza. Como lo expresara el sociólogo francés Bruno Latour “la resolución de una controversia es la CAUSA de la representación de la naturaleza y no su CONSECUENCIA, no se debe recurrir jamás al resultado final -la Naturaleza- para explicar por qué y cómo se ha dirimido una controversia”. Por tanto, resolver un conflicto para esta concepción implica recostarse en otras variables como ser el género, la clase social o las variantes étnicas. Así, el carácter privilegiado que en nuestras sociedades subdesarrolladas y dependientes tiene la ciencia biológica contemporánea (sobre la de los saberes tradicionales o alternativos de las minorías) se explicaría en términos de una dominación poscolonial: la ciencia biológica sería parte del discurso científico de los vencedores.
Si la ciencia fuera entendida, por consiguiente, como una mera expresión del poder, reflejando por ello los intereses del o los grupos socialmente dominantes, ¿qué consuelo habría de dársele, entonces, a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que buscan para sus hijos y nietos la verdad y la justicia?
1 Coordinador del Profesorado de Educación en Tecnología, UNCo. Este trabajo, se difunde bajo la responsabilidad del CENTRO CULTURAL ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO Filial Comahue y la Agrupación SEÑALES POPULARES de Neuquén (ccesdfilialneuquen@yahoo.com.ar )

jueves, 2 de septiembre de 2010

Obispo contrabandista, corrupto y pervertido, tratante de esclavos y otras linduras de nuestra historia

http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/conquista_y_colonia/dia_industria.php

El día de la Industria (2 de septiembre de 1587)
Fuente: Felipe Pigna.

"Y si todos los españoles que en estas partes están y a ellas vienen fuesen frailes, o su principal intención fuese la conversión de estas gentes, bien creo yo que su conversación con ellas sería muy provechosa; más como esto es al revés, al revés ha de ser el efecto que obrare; porque es notorio que la más de la gente española que acá pasa son de baja manera, fuertes y viciosos de diversos vicios y pecados. Y si a estos tales les diese libre licencia de se andar por los pueblos de indios, antes por nuestros pecados se convertirían a sus vicios que los atraerían a virtud."

Carta de Hernán Cortés a Carlos V

Desde 1941 se celebra en Argentina el 2 de septiembre como el día de la industria en homenaje a un episodio, que bien analizado, no deja de ser todo un símbolo del "ser nacional" y del estado actual de la actividad productiva más vapuleada desde aquel fatídico 24 de marzo de 1976, que implantó el modelo de desindustrialización afianzado por los jinetes de nuestro Apocalipsis, Menem-Cavallo-De la Rúa & Company entre 1989 y el 2001.

Debe haber pocos países en el mundo, por no decir ninguno y aumentar nuestro Ego, por aquello de la originalidad nacional, que para homenajear a su Industria Nacional, elijan un hecho delictivo, concretamente, un episodio de contrabando. Eso fue lo que ocurrió aquel 2 de septiembre de 1587 en el territorio que hoy conocemos como la República Argentina y que entonces pertenecía al Virreinato del Perú.

El calendario recuerda aquel 2 de septiembre de 1587 cuando zarpó del fondeadero del Riachuelo, que hacía las veces de puerto de Buenos Aires, la carabela San Antonio al mando de un tal Antonio Pereyra con rumbo al Brasil.

La San Antonio llevaba en sus bodegas un cargamento proveniente, fletado por el obispo del Tucumán Fray Francisco de Vitoria. Se trataba de tejidos y bolsas de harina producidos en la por entonces próspera Santiago del Estero. Lo notable es que dentro de las inocentes bolsas de harina, según denunció el gobernador del Tucumán Ramírez de Velasco, viajaban camuflados varios kilos de barras de plata provenientes del Potosí, cuya exportación estaba prohibida por Real Cédula. Es decir que la "primera exportación argentina" encubre un acto de contrabando y comercio ilegal.

Negocios en el Tucumán

El Obispo Francisco de Vitoria había servido en Charcas a un mercader y allí pudo entablar relaciones comerciales con los miembros más notables de la Audiencia, lo que le permitió obtener un permiso para importar esclavos desde el Río de la Plata. Hasta entonces no había entrado ni un solo esclavo por Buenos Aires. Vitoria fue el pionero del tráfico negrero en estas tierras. Sin embargo el Consejo de Indias lo había propuesto “por ser muy buen letrado y predicador” y por poseer excelentes recomendaciones por su pasado de consejero de la Inquisición en España.

En 1586, fue nombrado Juan Ramírez de Velasco gobernador de Tucumán. Sus primeras medidas fueron condenar el concubinato ("amancebamiento"), la sodomía y el estupro. Sus principales enemigos eran el obispo Vitoria y sus socios de la Audiencia de Charcas. El gobernador denunció el contrabando practicado sistemáticamente por Vitoria, pero los miembros de la Audiencia, que estaban en el negocio, parecían no "oír" sus reclamos.

Decía en sus notas “en esta ciudad está la iglesia catedral y por obispo de ella don Francisco de Vitoria, de la orden de Santo Domingo, (...) que si hay escasez de sacerdotes se debe, no a la pobreza de la tierra, sino a los malos tratamientos del prelado porque aun los legos no lo pueden sufrir. A mí me ha excomulgado dos veces. Todo su negocio es tratos y contratos".

Ramírez de Velasco, ya que no podía con el Obispo, empezó a hacer justicia con sus amigos. A un tal García de Jara que había matado unos 11 indios y realizado unos "nueve estupros con fuerza en indias pequeñas, que por serlo mucho murieron seis y realizado muchas difamaciones por ser uno de esos que lavan su lengua en honras de mujeres honestas", mandó que le cortasen la lengua y la clavaran en un madero y lo que quedaba de él, que lo colgaran "hasta que muriera de muerte natural".

El obispo, que tenía más de 20.000 indios en encomienda, no prestaba mucha atención a lo que decía San Jerónimo (¿347?-420) "Como el mercader nada agrega al valor de sus mercaderías, si ha ganado más de lo que ha pagado, su ganancia implica necesariamente un pérdida para el otro; y en todo caso el comercio es siempre peligroso para su alma, puesto que es casi imposible que un negociante no trate de engañar". Ni a San Ambrosio (340-397), que condenaba sin soslayos la propiedad privada: "todo lo que tomas sobre tus necesidades, lo tomas por violencia. Dios, ¿habría sido bastante injusto para no distribuir con igualdad los medios de vida, de manera que tú estarías en la abundancia, mientras que otros sufrirían necesidades? El pan de los hambrientos es el que tú acaparas, el traje de los desnudos es el que guardas, el dinero que tu ocultas es el rescate de los desgraciados".

El gobernador se expresaba en estos términos en una carta al Rey Felipe II: “El obispo Vitoria tiene amedrentados a vuestros vasallos con sus continuas excomuniones y su vida y ejemplo no es de prelado sino de mercader (...) No he visto que haya acudido a las cosas de su cargo ni le he visto en la iglesia ni entiende en la conversión destos pobres naturales (...) y en el entretanto que andaban las procesiones estaba él por sus manos haciendo fardo para llevar al Brasil (...) y llegaron sesenta negros que le dejaron los ingleses (...) vino a esta ciudad con ellos (...) deja de acudir al oficio de pastor para acudir al de mercader sin acordarse destas pobres ovejas (...) y en sabiendo un pecado o liviandad de alguno le hace proceso, y el tal culpado, por no venir a sus manos le da cuanto tiene (...) lo que se ha podido averiguar del oro y la plata que el obispo envió al Brasil son los mil y quince marcos de plata blanca y treintinueve marcos de oro de ocho onzas más trescientos setenta pesos de oro de 22 quilates y dos cadenas que pesaron ciento y noventa y cinco pesos y quince marcos de plata labrada que envió el dicho en el dicho navío a Manuel Tellez Barreto, gobernador de Bahía”.

La “nave del Día de la Industria” emprendió su regreso con ciento veinte pasajeros involuntarios (esclavos negros, destinados a las minas de Potosí, y varias decenas de campanas y cacerolas), pero fue abordado por el pirata inglés Thomas Cavendish y sus hombres. Al pirata, poco afecto a los rezos y sermones, no lo amedrentó la presencia del obispo, y se robó el barco con toda la mercadería y la mitad de los esclavos.

Vitoria, entonces, debió hacer obligadamente voto de pobreza y caminar casi desnudo hasta Buenos Aires, donde fue rescatado y, para desgracia de Velasco, devuelto a su diócesis.

Pero al año siguiente, vendió 60 esclavos en Potosí y reunió un capital interesante como para insistir con su negocio, esta vez en un navío propio y con pasajeros que llevaban, entre todos, de 40.000 a 45.000 pesos. Sin embargo, fueron sorprendidos por un temporal muy fuerte y “dieron al través de la otra banda del río” –como informaba el gobernador del Tucumán en diciembre de 1588–, donde los náufragos enterraron la plata y anduvieron prófugos de los indios, hasta que los salvó una expedición salida de Buenos Aires. El obispo rescató 15.000 pesos que tenían los naturales; según el gobernador, porque “Dios no miró las ofensas que le ha hecho su desenfrenada lengua”. Aparentemente el Todopoderoso se arrepintió, porque en Buenos Aires el gobernador Torres de Navarrete, amigo de lo ajeno y del mencionado español de los cien años de perdón, se echó sobre la plata, tomó 5.000 pesos y el resto lo repartió entre los vecinos; con lo cual Vitoria y su gente tuvieron que volverse al Tucumán caminando. Algunos herejes suponen que el obispo del Tucumán fue el precursor de las peregrinaciones a pie en nuestro país.

Los cabildos de la región comenzaron a protestar contra el obispo que no se ocupaba "de las cosas de la fe", sino de los negocios.

El sucesor de Ramírez de Velasco, Hernando de Lerma, llegó a desterrar al deán Francisco de Salcedo, nombrado por Vitoria, a la ciudad de Talavera del Esteco. Allí Salcedo sublevó a la población y transformó al convento mercedario "en ciertas horas en cuartel y en otras en una casa de placeres". Parece que por las noches apenas terminadas las oraciones del templo, se abría la puerta falsa del convento y entraban sigilosamente mujeres embozadas. Talavera era la "ciudad de la lujuria” y Salcedo se transformó en el caudillo de Talavera del Esteco en abierto desafío al poder de Tucumán.

Todos estos episodios culminaron con la separación del obispo de su diócesis. El gobernador del Tucumán lo acusaba de haber expulsado con sus malos tratos a casi todos los sacerdotes de su diócesis y, suprema ofensa para la época, dejó entender que el obispo era "cristiano nuevo", es decir, judío. En aquellos tiempos la "pureza de sangre" era un argumento decisivo. En un Estado que había usado para consolidarse el molde y yunque de la religión, todos los que no podían demostrar su linaje cristiano estaban discriminados de antemano. Por lo cual, la acusación de ser un marrano -un judío convertido que seguía respetando la fe de sus mayores- o incluso un cristiano nuevo era un arma letal y muy fácil de usar: no había nada más eficaz contra un enemigo que proclamar que no era un creyente verdadero.

Pero lo que seguramente nunca imaginó el creativo obispo Francisco de Vitoria es que su acto se transformaría en todo una alegoría de la Argentina contemporánea y que se le asignaría un espacio destacado en la caprichosa efeméride oficial.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar