lunes, 15 de junio de 2015

Guguy -nota escrita en 1995-

10 de marzo de 2011 a las 15:11
El Guguy, Médico Utópata. (Especialista en utopías)

Diez años antes del año de la estampida del siglo (1968), aquí en Viedma, en el 57,  habíamos paralizado las escuelas secundarias, una huelga estudiantil de tres meses en este ignoto pueblo de la Patagonia por aquel entonces me dejó la marca para toda la vida, pero no solo a mi.
Gugui Fages fue mi entrañable  compañero y contendiente por el liderazgo a los 17 años, discutíamos cada panfleto, cada acción que íbamos a desarrollar al día siguiente,  peleábamos como titanes en la discusión política pero  nos entendíamos como hermanos en la acción,   en las asambleas, en la calle, ni hablar, nos mirábamos y nos adivinábamos, una sola seña  como un misterioso código nos coordinaba en el trabajo militante.  Liberal de izquierda,  desarrollista, medio ateo el Guguy de los 17 años, social cristiano el Tato de los 17 años.  Nos fundimos en un discurso extraño, que aparece todavía como un panegírico de la cultura  progresista de los años 50, brillantemente diseñados por el Negro Livigni, desarrollista a los 18 (por que era mayor que nosotros),  en unos panfletos que conservamos gracias al mantenimiento de identidad de una compañera del secundario que los rescató para nuestra historia chiquita.

En el 72 me lo encontré al Gugui, me encontró él mas bien, yo era por esa época una especie de jetón que pega el grito y raja, hablaba en un acto y a las dos horas andaba a 220 km de allí,
-          “Tatito querido, que vas ha hacer ahora.
-           Siempre paternalista vos, mirá que ahora tenemos 29 años,  y ya viene El Viejo[1]para acá.  Mejor decime vos que hacés.
-          Yo estoy en la R [2] pero no jetoneo,  estoy en logística.
-          Ta bien, no me cuentes entonces.”
Cruzamos un par de miradas, adiviné en la siempre redonda seriedad de su sonrisa  esa notable calidad del que quisiera morir en lugar del otro.  Sus ojos parecían tener la piedad de los santos .
Por aquella época yo estaba demasiado expuesto, los militantes éramos “jetones” o “ canutos”.
 Los jetones poníamos la jeta y estábamos más expuestos al ataque del enemigo éramos la voz pública de nuestra política, no teníamos que enterarnos de las cuestiones internas de la orga para no tener información que brindar en caso de  “perder”.

-          “Andaaá gordo, no te calientes, ¡venceremos! . ¿te acordás cuando me ganaste la apuesta por levantarse a la Sari..?
             .Gugui sonreía como si me hubiera ganado de nuevo.
-          Mirá vos, ¿como hiciste la transición del desarrollismo al Peronismo?
-          Fue en la Plata estudiando medicina, milité en la FURN (Federación Universitaria para la Revolución Nacional) la de la famosa consigna “La Plata ciudad Eva Perón, ciudad de Montoneros para la liberación”, además esto de ser médico te hace vivir el sufrimiento del pueblo, un día atendí a un nene totalmente desnutrido, la mamá me contó su miseria  en un relato desesperado lleno de alusiones a la época de Perón cuando ella era joven y en su casa todos comían y a los chicos en la escuela les daban alimentos, vestimentas y útiles. Desde ese día me hice peronista, después vino la lectura del Che y de la historia de la Revolución Cubana. Y acá estoy, quien iba a decir que a la izquierda tuya.
-          ¿A la izquierda mía? No sé, mirá  ¡ ustedes vienen del liberalismo!, yo vengo de la teología de la liberación, mi modelo no era el Che, sino Camilo Torres.[3]
-          No me jodas Tato, a Frondizi lo apoyó Perón.
-          Y si... el viejo es de hacer esas cosas, pero me parece que era pura táctica. Pero decime la verdad ustedes son mas guevaristas que peronistas ¿no?, porque el Che fue otro gilastro que apoyó a Frondizi y después tuvo que rebobinar todo.
-          Sos chicanero negro, con razón estás de jetón. Siempre encontrás el lugar débil de la herida para punzarlo.
-          Pero no mi querido doctor no soy chicanero,  aprendí ironía estudiando a Sócrates y contorsionismo con mis profesores juristas en Córdoba.
-          Bueno no vamos discutir entre la R  y la M, si vamos terminar juntos en poco tiempo, si no nos fusionamos ¿cómo vamos a pretender eso de “el pueblo unido jamás será vencido”?
Y así  fue nomás, la observación que me hiciera Guguy en su despedida sobre la unidad de los que luchan me dejó una lección imponderable. Nos abrazamos como presintiendo que era nuestro último encuentro.
-          La utopía Tatito, sino nos volvemos a ver sigamos abrazándonos en los sueños del  mundo nuevo.

Los canutos  tenían otro tipo de exposición, no eran públicos, tenían alguna misión que cumplir en la infraestructura de las organizaciones, su vida era clandestina o semiclandestina.
Muchos años después me enteré que Gugui, Carlos Luis Fages,  militante de la Far, era el nexo entre los presos de la cárcel de Olmos y el exterior (familias y orga),  su profesión de médico le daba cobertura para esa tarea, lo habían secuestrado fue uno de los 30.000 desaparecidos.
 Cuando volví del exilio en el 85 encontré un afiche con su foto y su apodo mal escrito, encontré varias publicaciones que hablaban del Gugui .  Nunca quise aclarar nada, hoy lo hago desde estos renglones, Gugui, mi hermano, mi competidor de liderazgos  adolescentes,  mi compañero de la utopía juvenil,  un perejil  patagónico,  murió militando en Montoneros por la Patria Socialista, libre, justa y soberana.  No sé si lo torturaron, no sé lo que habrá sufrido,  solo sé que si estuviera vivo no sería diputado, ni funcionario, andaría por acá entre nosotros con la pancarta del hospital, con los maestros que no cobran, con los piqueteros que no comen, con los excluídos  de la posmodernidad.
El 25 de mayo del 73 ganó Cámpora, los delegados de la JP accedimos al balcón de la Rosada, junto a los burócratas sindicales que ocuparon la primera fila junto a la balaustrada, por encima del hombro de Lorenzo Miguel  (siempre fue petiso), en un relámpago alcancé a ver la estampa tranquila del Gordo Fages que me hacía señas con los dedos en V detrás de los enormes carteles.
“La utopía tatito, la utopía” me sigue resonando en los oídos su voz cada vez que por millonésima oportunidad camino los senderos de una manifestación.









[1] Nombre familiar que los peronistas dábamos a Perón.

[2] La “R” Fuerzas Armadas Revolucionarias, una de las organizaciones armadas peronistas que posteriormente se fusiona con Montoneros, se identificaban en la jerga como la R y la Mrespectivamente.

[3]  Camilo Torres Restrepo cura guerrillero colombiano e inspirador del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo en el cual participaron religiosos argentinos como el Padre Mujica ,  Monseñor Angelelli de la Rioja, y nuestro querido Monseñor de Nevares en Neuquén. En 1965  Camilo creó el Frente Unido de Movimientos Populares, se unió al Ejército de Liberación Nacional y abandonó el sacerdocio, murió en 1966 en su primer combate.

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